¿Qué
le pasó a tu familia?
Mi hijo menor, César, tenía dos semanas de nacido cuando me detuvieron en la calle, camino de mi trabajo,
el 13 de Febrero de 1992, justo antes del Día de los Enamorados, para así hacernos mayor daño. Durante
los 4 largos años de prisión mi esposa e hijos, mis padres, hermanos, hermana y sobrinos, todos me visitaron
cuando les fue permitido. Las visitas eran de dos horas de duración, una vez cada dos meses. Mi hermano menor, Jorge,
y mi esposa, María, perdieron sus trabajos por no renegar de mí. Fueron tiempos muy duros para nuestra familia.
Los problemas no acabaron cuando fui deportado. Castro, el
dictador cubano, le había prometido al congresista Richardson que permitiría la reunificación
de nuestra familia en USA. Pero no cumplió su palabra. El gobierno americano le otorgó visas de entrada a todos
los miembros de mi familia, pero el gobierno cubano sólo les otorgó el permiso de salida (aun hoy día,
los cubanos no pueden salir o entrar de su país sin un permiso especial del gobierno) a cada uno de los 6 niños
de nuestra familia, pero se los negó a todos sus padres, incluyendo entre ellos a la madre de mis dos hijos.
Fotocopia de documento sobre las visas americanas |
|
Photocopy of document about American visas |
Entre 1996 y el
2000 varios miembros de mi familia enviaron múltiples peticiones a todos los niveles del gobierno cubano. La respuesta
cruel siempre fue la misma: los niños y los ancianos pueden irse pero los padres no. En el 2000, la tragedia del balserito
cubano Elian cautivó al público americano. Desde mi destierro luché por desmentir a Castro: no, él
no era el abanderado de la reunificación de las familias cubanas sino el causante de la tragedia cubana. Viajé
al Congreso, expuse el ejemplo de mi familia a la prensa americana, viajé a Ginebra para denunciar
el caso de mi familia en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU…y un amigo de ambos me puso en contacto con
Gregori Craig, el abogado que representó al padre de Elian. Poco después, a mi familia en Cuba le comunicaron
que todos estaban autorizados a salir del país. En el 2001, ocho años después de mi encarcelamiento,
nuestra extensa familia se reunió en Miami, libres y dispuestos a rehacer nuestras vidas.
Fragment of a Washington Post article |
|
Fragmento de un articulo del Washington Post |
|
|
What happened to your family?
My youngest son,
Cesar, was only two weeks old when I was detained in the street, while walking to my job. It was February 13, 1992, just the
day before San Valentine, just for maximizing the damage produced on us. During the long 4 years of imprisonment, mi wife
and my sons, my parents, my brothers, my sister and nephews, everybody in our family visited me when it was permitted. The
visits to the jail were two hours long, one each two months. My youngest brother, Jorge, and my wife, Maria, lost their jobs
because they did not renegade of me. Those years were really harsh for our family. The family troubles did not finished with my deportation. Castro, the Cuban dictator, had promised
to the Congressman Richardson that he would allow the reunification of our family in USA. But Castro did not honor his words.
The American government gave visas to all the members of my family, but the Cuban government only gave the “permission
to leave the country” (even today, Cubans can not leave or enter their country without an especial permission from the
government) to each of the 6 children in the family. The parents of these kids, including the mother of my two sons, were
not allowed to leave the country.
My two sons: Gabriel and Cesar (1998) |
|
Mis dos hijos: Gabriel y Cesar (1998) |
Several members
of our family sent petitions to Cuban government officers, including Castro, between 1996 and 2000. The cruel response always
was the same: the children and the seniors can leave the country but the parents can’t. In 2000, the tragedy of the
Cuban boy Elian, who lost his mother in the sea trying to arrive to America, captured the attention of the American people.
I fought against the lies of Castro. Castro was not the champion of the reunification of the Cuban family. On the contrary,
Castro was the troublemaker responsible of the Cuban tragedy. I visited the Congress. I expose the example of my family to
the American media. I traveled to Geneva for denouncing the case of my family in the Human Rights Commission at UN…and
a common friend put me in contact with Gregory Craig, the lawyer representing the father of Elian. Few time after that, the
Cuban government informed to my family that all them had the permission to leave the country. In 2001, eight years after my
imprisonment, our extended family met in Miami, free and ready for a new beginning in this wonderful country.
Again together: Luis, Cesar, Maria and Gabriel |
|
Juntos nuevamente: Luis, Cesar, Maria y Gabriel |
|